Ofrecemos tratamientos de ortodoncia que abarcan desde los brackets tradicionales, esos pequeños soldados metálicos de batalla, hasta las opciones más avanzadas que parecen desafiar la física dental.
Aquí no hablamos solo de dientes rectos; hablamos de armonía facial y salud integral.
Nuestro equipo de ortodoncistas especializados no solo alinea dientes, sino que también diagnostica, previene y corrige esas pequeñas rebeliones mandibulares que la genética o los hábitos han dejado en su paso.
Cada paciente es un mundo, y nuestra labor es ser cartógrafos de esas complejidades, diseñando planes de tratamiento que parecen más mapas estratégicos que simples pautas médicas.
Y no te preocupes si tienes dudas; entendemos que enfrentarse a los brackets puede ser tan intimidante como un examen final de bioquímica.
Por eso, nos aseguramos de acompañarte en cada etapa del proceso, como un buen tutor, explicando cada paso con claridad pero también con el rigor que merece. ¡Tu sonrisa será más que un resultado, será una obra maestra!
Cuando se trata de ortodoncia infantil, la verdad es que más vale prevenir que lamentar. Por eso recomendamos que traigas a tus peques a consulta apenas empiecen a salir esos primeros dientes de leche, esos que hacen que todo el mundo diga «¡qué ternura!». En esta etapa, podemos echar un vistazo inicial y, de ser necesario, planificar tratamientos preventivos. Aquí, a veces entran en juego los mantenedores de espacio, unos aparatejos que, aunque no son la última maravilla tecnológica, cumplen con su trabajo: asegurarse de que, en el futuro, las piezas dentales no monten una fiesta desorganizada en la boca.
¡Ah, la dentición mixta! Esa etapa mágica entre los 6 y 12 años donde hay dientes de leche, dientes definitivos y, a veces, incluso alguna visita del ratoncito Pérez. En esta fase, las estructuras orales están tan maleables como plastilina fresca, lo que nos permite diseñar tratamientos ortodónticos con visión de futuro. Aquí hacemos todo lo posible para evitar que en unos años haya que recurrir a procedimientos más complicados o invasivos. ¿Maloclusiones? ¡A corregirlas! ¿Mandíbulas rebeldes? ¡A domarlas! Eso sí, todo con paciencia, planificación y un poco de creatividad.
Aquí llegamos al gran momento: los dientes definitivos están en su sitio, y después de las fases previas, toca alinear y ajustar. Es como darle el toque final a una obra de arte, aunque a veces los pacientes no lo vean tan artístico cuando les decimos que toca llevar brackets. Sin embargo, aquí está la clave: personalizamos cada tratamiento como si fuera un traje hecho a medida, adaptándonos a las necesidades específicas de cada niño (y de los padres, porque sabemos que las preguntas nunca faltan). Además, usamos tecnología avanzada y, en nuestra clínica, mantenemos una comunicación constante, porque nadie quiere sorpresas cuando se trata de sonrisas.
Si necesitas más información sobre cualquier tratamiento de ortodoncia infantil en Guadalajara, o simplemente estás buscando un dentista en para tu consulta rutinaria, pide cita en nuestra Clínica Dental Javier Escassi.
Realizamos un diagnóstico personalizado y totalmente gratuito.Los especialistas evaluarán tu caso con el objetivo de proporcionarte el mejor servicio y tratamiento que desees, por eso ponemos a tu disposición facilidades a la hora del pago
Nuestro equipo especialista de ortodoncia infantil en Guadalajara te brindará asesoría y apoyo en la planificación financiera de los servicios dentales que necesites, asegurando que el aspecto económico no sea un impedimento para cuidar de tu salud bucodental.
Colaboramos con varias entidades bancarias para ofrecerte alternativas de financiación ventajosas, pensadas para facilitar el acceso a nuestros tratamientos en cada caso particular.
Generalmente, el inicio ideal del tratamiento ortodóntico infantil se sitúa entre los 6 y 7 años, coincidiendo con la erupción de los primeros dientes permanentes. No obstante, evaluaciones tempranas pueden ser esenciales, especialmente si existen indicios de maloclusión o desajustes evidentes desde la etapa de dentición primaria.
En múltiples escenarios, sí. La ortodoncia preventiva puede jugar un rol crucial al identificar y abordar desarmonías espaciales o de alineación antes de que emerjan los dientes definitivos. Este enfoque facilita el manejo posterior y podría acortar significativamente la duración de tratamientos futuros más complejos.
Omitir la corrección de desajustes dentales en la infancia podría derivar en alteraciones estéticas faciales, comprometer la función masticatoria y predisponer a problemas dentales crónicos. Además, el tratamiento tardío frecuentemente es más prolongado y, en ocasiones, requiere técnicas más invasivas, algo que podría haberse prevenido con una intervención precoz.
La duración depende de la complejidad del caso y la edad del paciente. En términos generales, oscila entre 18 meses y 3 años. Es importante destacar que los tratamientos iniciados durante el desarrollo estructural presentan mayores probabilidades de ser más breves y eficaces.
Aunque puede generarse cierta incomodidad inicial o tras los ajustes periódicos debido a los movimientos dentales, el dolor es usualmente leve y transitorio. En los casos donde la sensibilidad sea mayor, se pueden emplear analgésicos de venta libre bajo recomendación profesional para mitigar el malestar.
