En nuestra clínica, el estudio de ortodoncia es, digamos, la columna vertebral del tratamiento dental. Aquí no se trata solo de mirar dientes y decir: «Ah, sí, necesitan alinearse». No, no. Vamos más allá. Analizamos minuciosamente todo: los dientes, las estructuras óseas del maxilar, la mandíbula, e incluso cómo todo esto encaja en esa obra maestra que llamamos tu rostro.
¿Por qué tanto detalle? Porque no queremos sorpresas desagradables. Imagínate iniciar un tratamiento con brackets o Invisalign sin saber que tu mandíbula tiene ideas propias y prefiere ir por otro camino. Eso sería como construir una casa sin mirar los planos: bonito desastre.
Además, este estudio no es un simple formalismo. Aquí identificamos posibles problemas ocultos como alteraciones óseas o maloclusiones. ¿Sabías que una mandíbula rebelde puede ser la razón de tus dolores de cabeza o de que no puedas morder un sándwich como se debe? Bueno, nosotros sí, y por eso hacemos este análisis con lupa (figurativamente hablando, claro).
Por último, el objetivo de todo esto es diseñar un plan de tratamiento tan personalizado que te hará sentir que eres el único paciente en nuestra clínica (aunque, spoiler: no lo eres). Y lo mejor de todo, este enfoque previene complicaciones futuras, porque, como dice el dicho, más vale prevenir que acabar mordiendo mal por años.
No dudes en contactar con nuestra clínica para pedir más información.